lunes, noviembre 28, 2005

El futuro es diferente (techos de prostituta)



El deseo es un poder bajo mis dominios
y follar poco más que una fría pose:
gestos hilvanados inconscientemente
—pieles distintas, distintos aromas,
los mismos líquidos—
entre llamaradas de alcohol
y espirales sintéticas de diseño.
Lo sabes tú también:
es de ti de quien quieres librarte
cuando te acercas a mí.
Pero todo parece tan perfecto
cuando tu ingle golpea la mía,
son tan maravillosas nuestras ruinas
mientras lo hacemos, mientras aún
queda lejos esa fría constelación
de lunas que desaparecen, sucediéndose
entrelazadas como fichas de dominó.
Miro hacia el techo
—el orgasmo no apaga la noche
ni el hastío de la lujuria y sus muelles y resortes,
pero el mundo entero se aloja en el techo—
y me digo y me repito una y otra vez
que es sólo tiempo, tiempo por dinero.
Nada me preocupa, siempre lo supe:
a pesar de esta vida, y de aquel sueño
a mil kilómetros de mis ojos,
el futuro es diferente.


noviembre 26, 2005

1 comentario:

enrique sanmol dijo...

Gracias, José Luis, por visitarme en este rinconcito del ciberespacio. Esta es tu casa.

Un fuerte abrazo.

Enrique Sanmol