jueves, diciembre 15, 2011

Solitary man


                                                                             Solitary Man - Neil Diamond

Melinda nunca fue mía; tampoco
de Jim, aunque retozase con ella
una calurosa noche de agosto.
Tampoco Sue murió de amor por mí,
y aunque parezca absurdo
unir a ese otro Neil con los Zeppelin,la canción permanece igual
mientras tú eres cada vez más distinto.

El hombre solitario somos todos
los que creímos poseer a Sue,
los que pensamos una vez que siempre
habría una música y una Melindapor quien no lamentar nuestros fracasos.

Melinda era del aire y de los árboles
y las abejas, como Sue,
y nosotros no nos encontraremos
en un tema perdido en un vídeo
de baja calidad,
ni seremos otra cosa distinta
que la que siempre fuimos
hartos ya de seguir aquí
atravesando calles que no existen.


diciembre 15, 2011

domingo, noviembre 27, 2011

Aquel fuego


Me dices que la vida
es injusta, injusta como la muerte
o las armas de un asesino
o ese fuego que devastó el bosque.

A veces las cosas no son como querríamos,
a veces abril nunca viene,

pero esa es tu verdad,
la verdad de encontrarte aquí,
la verdad de relajar la mirada
hasta que todo desaparece o se hace doble
y entonces niegas
todo aquello que es cuna
o poema rimado.

La vida es injusta,
pero esa es la rendición
en la que pones tus cartas en juego,
el caballo del sueño; acaso aquello
que te impide incendiarte.

Me dices de la vida y de sus atentados
y me hablas de bosques y de fuegos

y yo me pregunto qué fue
del fuego, de ese fuego
que devastó
................aquel bosque.



noviembre 27, 2011

domingo, octubre 23, 2011

Tam-tam

Lo mismo que los muebles
en un cuarto trastero,
igual que las gaviotas
tras los barcos de pesca,
persiste el otoño como solía
antes, como si aún fuera posible
entrar ahora en otra casa
distinta, y de esa forma,
desorientados y tambaleantes,
pudiéramos aventurarnos
a envenenar un último poema.

Persiste también esta gravedad,
este seguir aquí y ahora
cosidos a la materia del orbe,
disolviéndonos a tientas, latiendo
muertos; himno silente de la muerte
que tiene aún algo encendido
para decir la noche

cuando todas las palabras
se arrastran, sin excusas,
en el confín del papel y la pluma
y agazapado —sombra que discute,
himno silente de la vida—
con tu pequeño atrio envuelto en celofán
desciendes, campana, sin atreverte
siquiera a horadar la arena.

Como solía, persiste el otoño.

En el radar se anuncia otro verso vacío.

El corazón es un tambor de guerra
en la noche africana.


octubre 12, 2011

domingo, julio 31, 2011

Romeo y Julián

Romeo ama a Julián
en la plaza mayor de Munich,
y tú me dices “¿por qué no Romea
a Julieta?
”. También que, realmente,
en alemán se dice Miunchen,
o algo parecido,
—nunca fui bueno para los idiomas—.

Mientras suena la música
me entretengo mirando alrededor:
la sombra de las estatuas, el escenario
—parecido a un gran desierto luminoso—,
los cristales del suelo
y la coronación de miss dragqueen.

Nadie sabe de Rilke en esta noche.

Inevitablemente llueve, llueve
y todo parece desconocido,
tan desconocido como tú mismo
cuando la huida no es un medio último
para volver.

Romeo ama a Julián es una punto-com,
un lugar donde las gaviotas
no anidan, un lugar donde este mundo escribe
palabras sin misterio.

Mi casa se encuentra entre el día y el sueño
—nos dejó escrito Rilke—.

Tal vez no haya misterios que merezca la pena
desentrañar:

todo lo que realmente posees
cabe en una maleta,

y ya sabes que los de Ryanair
te machacan
por un kilo de más.

julio 31, 2011

domingo, julio 03, 2011

Teoría inexacta (epílogo)

.
Todos nosotros quisimos un rastro
de cometas, algo que recordar
cuando llegase el duro invierno.
Tal vez tan sólo pretendíamos un abrigo
con el que cobijarnos de las horas
mientras el lobo merodeaba nuestro hogar
y la lámpara nos mostraba el límite
de nuestra demolición más absurda.

A golpe de sílabas y misterios
fuimos pasado y prodigio intentando
conquistar un poso de eternidad.

Aquello era la huida de nadie,
la huella que antes fue parte del bosque
como lo son el silencio o la nieve.

Luego el cansancio y la lluvia que sigue,
alguien que tratará de recordar
las razones para seguir sintiendo
lo que sabemos ya perdido,
restos de una sed que no cree en nada.

Por eso aquí no hablamos de tu ausencia,
por eso venimos de la inacción
y llegamos al tedio de este fingimiento.

Detrás de todos nosotros hay una ciudad
................................................ en ruinas,
una pared levantada palabra a palabra
donde se hace difícil seguir imaginando
la luna sobre la plata del río
o a dos desconocidos que se besan.

Todos nosotros quisimos un rastro.

Si nunca fue posible la victoria,
..................................... triunfantes
caminaremos hacia la derrota.

julio 3, 2011

martes, mayo 17, 2011

Quién o qué aquí


.
Pregunto
qué no me sobra;
quién habita lo posible en mí
y vuelca en el aire un muro intangible;
quién aquí me vacía;
de dónde esta morada hostil
que una y otra vez me incita a pronunciar
la infinita vastedad de tu nombre.

Toco este dolor frío, escucho
—ya sin barandas— aquel metal quizá silencio
a destajo del vértigo de saberte no mía.
Escucho y toco y pregunto,
y vuelvo a preguntar
—ya sabes, sólo entiendo de preguntas
y labios que reclaman otros abecedarios—,

qué no me sobra,
.....................quién aquí
...................................vacío.

mayo 9, 2011

sábado, marzo 26, 2011

Nada puede explicarnos



Viniste a mí,
...............desde lejos viniste,
inútilmente concedida
por una pasión que Alguien
decidió hacer sueño consciente.

Desde lejos te fuiste,
larguísima derrota
que aún siente y sueña y ama
desesperadamente en esta noche
en la que ya sólo importa ofrecer
un gesto,
una ficción que irrumpa entre nosotros
burlándose del dolor autoinfligido

mientras sigue el misterio
y todo en mí termina
sobre tu infinito río de adioses.

marzo 26, 2011

sábado, enero 22, 2011

Un crimen en busca de autor

Sigo buscando palabras que digan
el verano y la lluvia.

Lo mismo que la sintaxis distante
que todos somos observando el mar,
donde todo es comienzo y término,
igual que la suma de todas esas derrotas
que acopiamos tan minuciosamente
en este desorden que nunca sabrá explicarnos,

sigo buscando palabras que digan.

Hay jugadores que atraviesan
el dolor suponiéndose culpables,
suicidios que nunca serán escritos,
últimas bazas por jugar
aunque ya no nos queden triunfos.

Y aun así,
sigo buscando palabras que digan,
que digan cosas como
antes de conocerte ya te amaba, o
un cuerpo es un almacén de pasado,

palabras que te nombren,

las palabras que tienen tu sonido.


enero 22, 2011