domingo, diciembre 31, 2006

En el buró

He estado buscando unos documentos
en el buró de mi padre,
los extractos de bancos, los donativos
a las obras misioneras, las estampitas
y los calendarios de hace diez o veinte años.
El alfabeto son unas páginas desvaídas
donde nunca es posible contener lo sucedido,
y mi mirada,
extraviada sobre los grafos de aquellos tiempos,
es el silencio que nos aleja.
He estado buscando unos documentos
en el buró de mi padre;
como un habitante de una playa invernal
he estado rastreando los hilos de otros días.
La Agencia Tributaria no entiende de sentimientos.



diciembre 31, 2006

sábado, diciembre 30, 2006

En cierto sentido

En cierto sentido somos el escenario de un dolor primigenio; testigos inútiles de una orfandad labrada en la mudez; campos de cultivo de una llaga hecha a medida, como esos juegos del parchís y de la oca, personalizados con nuestras fotografías. Esta noche los ojos tienen el brillo oscuro de la lluvia en reposo, de la lluvia una vez ha concluido su largo viaje, después de horadar tantas cartografías abruptas. ¿Sería posible en esa desolación cambiar el rumbo de la noche con unas simples palabras? Bajo mi piel hay huesos que quieren tener su protagonismo, su lugar frente al sol y los vientos; huesos que sueñan con una música tenue que los capture sin la amortiguación de tanta carne, sin la espesura de tanto miedo. En cierto sentido la fe es la certeza de que mis huesos tendrán su cuota de protagonismo. diciembre 30, 2006

domingo, diciembre 10, 2006

Sobre lo que fuimos

Nadie como nosotros
ha buscado el sentido de sus manos
y ganó con tan poco unos plazos a la vida.
Nadie como nosotros
comprendió tanto
con tan exiguos argumentos.
Y ahora que al fin forjamos
el pacto de la luz trazando laberintos
y buscamos el alma de la palabra
en lo lejano y la cicuta, ahora
caemos en la cuenta
que existe sólo
este paisaje tras la ventana,
que lo demás no es cierto
y que todo será azul a medianoche.
Sobre fronteras y templos todo será azul,
casi como seguir sin más preguntas.
De nuevo, a traición, terminó el otoño,
de nuevo soy sobre lo que fuimos.
Nadie como nosotros, y aquí sigo,
buscándote
en el centro de una ventana
que no existe.

diciembre 9, 2006

jueves, diciembre 07, 2006

Todo bien por aquí

Lo recuerdo cubierto de niebla,
una niebla tersa, una niebla propicia
para extraviar pieles y misterios
y habitar los versos más tristes.
Pero todo está bien por aquí. Quiero decir,
aunque la alquimia donde encierras tus misterios
siga persiguiéndome, y no pueda abandonar
los aeródromos en los que nunca nos despedimos,
todo está bien contigo.

Dios, dame al menos
un viento clandestino, un viento de helicópteros
y apocalipsis, de estrellas azules
y calendarios de contrabando, más allá
de este dolor de sílabas y papeles arrugados.

Y es Valencia, y esto es el tiempo que no pasa
y mis manos transparentes como una habitación de hotel
y el silencio que nos une en su perfección sumergida.

Allá arriba hay ruinas que todo lo saben
y un lenguaje que es verdad. Aquí
tu rostro ya no es el tuyo, y el poema
es un mapa tallado en una roca que no existe
pero que llueve.


diciembre 6 y 7, 2006

domingo, diciembre 03, 2006

Un lugar en el norte de Ontario


                                                                                 Helpless - Neil Young

Paisaje de persianas echadas.
Una canción de Neil Young
trae imágenes
de un hogar lejano y frío
con ventanas azules
y pájaros altísimos como cometas;
imágenes verdaderas igual que humo,
ese humo que huele
como dicen que huelen los recuerdos
cuando el silencio nos visita.
Yo sigo allí, donde el amor
las canciones afirman que es más real,
el faisán inerte de una pintura embalada
en los sótanos de un museo.
Y tú, supongo,
no estás más que en estas palabras.
Nada de esto es luz, lo sé,
para beber en ti las estrellas
hablo de un viento que desconozco
y de sueños que partieron olvidándonos.
Nada de esto es luz,
pero la música nos permite imaginar la llama,
porque, después de todo, es cierto,
hay un hogar en el norte de Ontario.

diciembre 3, 2006

viernes, diciembre 01, 2006

Inventario de necedades

Después de todo,
tal vez no queden más
que unas pocas canciones,
un mucho no saber por qué
y ese no haberse atrevido.
Tantas y tantas cortapisas
que nos hemos ido imponiendo
sin saber muy bien cómo,
porque algo dentro nos señalaba
–conciencia o inconsciencia–
que ésa era la dirección.
Unas pocas cosas ganadas
cuyo valor cada vez encontramos
más y más dudoso,
y otras muchas perdidas
que cada día nos van pareciendo
más primordiales.
También, claro, estás tú. Tú y yo
y esa forma absurda en la que nunca nos quisimos.
También los hijos, indudablemente,
y ahí todo el amor, y ahí
toda nuestra esperanza de más y mejor,
eso que ahora sabemos
que nunca se trató de hacer fortuna.
Algunos buenos recuerdos que nunca se repitieron,
haber intentado, inútilmente, olvidar
algunas malas experiencias y muchos errores
que en realidad a nadie importaron
y que sólo a fuerza de convivencia
hemos logrado allanar.
Y ya es la prisa una cita sin fecha
pero que, puntual, llegará para siempre.
Después de todo,
tal vez no queden más
que unas pocas canciones,
un mucho no saber por qué
y ese no haberse atrevido.

noviembre 30, 2006