lunes, enero 21, 2008

Desvarío

Uno es todo,
pero entonces saber no importa,
como si el tiempo finalmente no jugase
con nosotros; como si el espacio
no contuviese más
que lo que alguna vez fuimos o hicimos;
como si siempre hubiera sido así
y la noche impúdica, al temer la llegada del alba,
nos contase todos sus secretos
y descubriésemos que la verdad al fin
es sólo un laberinto tramposo.
Allí estábamos, donde el deseo no alcanza,
bebiendo algo menos que demasiado,
viviendo algo más que nunca,
temiendo que al fin todo fuese
impertinencia o desahogo,
casi lejanía, almidón, recuerdo.
Ahora me preguntas por lo que escribo
y yo me sé anacrónico, destino improbable,
desahogo de nuevo, música y mar
en el presente puro. Siempre acabado
pero siendo lo mismo siempre,
permaneciendo casi como la música, igual,
a pesar de nosotros, del tiempo y por él.
Uno es todo, pero entonces –tú ya lo sabías-
nada importa.


enero 16, 2008