Está vacía esta tarde
de sirenas giratorias.
Hay noche en tus pasos (Y.M.).
Vienes
como un lamento blanco
en el instante del sonido.
Traes
un muro de aire,
el recuerdo de un camino
de mercurio y láudano.
Regresas
de un viaje sin nombre
a libar lo indescifrable.
Llegas
a mi frío
de sirenas giratorias,
sólo para cambiarme.
jueves, noviembre 10, 2005
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