lunes, noviembre 14, 2005

De noches, nieblas y papeles vacíos

Hiela la intemperie del tacto en el aire 
en esta mañana de domingo. 
Hiela la tensión del azul 
frente al marrón informe del suelo. 
Roñoso el lápiz, vacío el papel, 
reescribes palabras que hallaste 
tras las solapas de un libro 
—restos encallados en una balsa, 
supervivientes de un naufragio—. 
Ausentes las palabras, 
en esta latitud unánime y silenciosa 
que acompaña nuestros pasos, 
cuando la tierra calla y espera, 
reescribes aquellos interrogantes. 
Preguntas que suenan hoy a ilusión, 
a ladrido agudo, eco de otros ladridos. 
Preguntas absurdas e innecesarias, 
tan innecesarias como estos versos, 
tan absurdas como esta manera de morir 
que es escribir para nadie. 
Mañana de domingo frío y gris 
recomponiendo noches y nieblas que no cesan, 
restos de mañanas pasadas. 
Mañana de lápiz roñoso, 
de papeles vacíos 
y palabras ausentes.

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