martes, diciembre 20, 2016

Rendidos al dios de ningún lugar


Tal vez ahora nos toque escalar,
o tal vez sea el momento de emboscarnos,
dejar que el tiempo nos consuma,
volver a recordar la infancia
—el lugar de tanto y tan poco
para tratar de morir más de frente.

Todo pudo ser otro credo,
otra biblia en otra liturgia
menos oscura y suntuosa, tal vez.

Sobre los escombros de este amor
desfondado, podrá alzarse el residuo,
la sombra cierta,
el ser en su plenitud más ausente.

Desde el naufragio de estos versos
escritos en esta noche de trenes,
abandonados en la orilla,
desesperadamente
alzamos nuestros brazos,
rendidos al dios de ningún lugar
alzamos nuestros brazos, y avanzamos
hacia una sombra.



noviembre, 2016

viernes, diciembre 09, 2016

El camino más transitado


Si tan sólo pudiera mover un dedo
en otra dirección,
el papel dejaría de mostrar
todas mis culpas.

Si tan sólo pudiera no seguir esperándote
trazando una y otra vez las mismas curvas
de los mismos caminos,
esta música no se repetiría más.

Pero tú no quieres saber de compañeros de crímenes,
de muertos anticipados a la propia muerte,

porque tú no quieres saber
nada que no sea este continuo desencuentro.

No hay vuelos disponibles hacia esos destinos
apartados de esta desolación.

Un día, antes de este olvido, fuimos sol y verbo,
esperando cada noche un mensaje
que nunca llegaría.

Así fue como nos desperdiciamos.

Pequeñas horas, estúpidos versos.
Este dolor es cuanto sé de mí.


diciembre, 2016