sábado, junio 27, 2020

Relámpago


¿A dónde van los años,
a dónde nos llevan?
El tigre de la noche
te ha atrapado en el sueño,
si toco su esencia soy de nieve,
tiempo sin pasado,
como este relámpago de ahora,
herencia de la oscuridad,
orden de sombra herida,
decir todo sin decir nada,
como este relámpago de ahora,
ahora que es demasiado tarde
y que aceptamos lo que fuimos,
¿qué haremos ahora
que pudimos ver?


junio 27, 2020


martes, junio 23, 2020

Amenazas imperceptibles


A veces basta algo nimio,
un objeto cualquiera,
algo que puede estar siempre ahí
y tal vez por eso nos resulta invisible.
Puede ser casi cualquier cosa:
un osito de jabón sobre el inodoro
envuelto en celofán; la belleza de un óleo
—evidencia inapelable del falso 
oro de nuestro paraíso de letras—;
la fotografía de aquella playa en la bruma;
la miniatura de un avión de época
o el recuerdo en papel de un adiós.

Con los años 
construimos fortalezas colosales
y nos creemos a salvo tras sus muros,
pero con la visión de un simple objeto
todos nuestros castillos pueden ser derribados.

Resulta incómodo admitirlo,
saber que es posible
casi desde cualquier lugar
y desde cualquier ángulo,
ser vencidos por la peor nostalgia
—almacén de emociones negativas—,
que transforma en barrizal nuestro mundo.

Pequeñas cosas, amenazas imperceptibles
que reabren viejas heridas
y dejan nuestras cicatrices al descubierto.


junio 23, 2020

lunes, junio 22, 2020

Lo que la vida separa

La vida es una muerte que viene (Jorge Luis Borges)

Rostros de familiares que no recordabas,
hijos que nunca antes habías visto,
conversaciones de siempre 
ahora que los niños son mayores
seguramente volveremos a la ciudad—,
unos abrazos y unos choques de manos
furtivos —en ocasiones como esta,
es sencillo olvidar las normas—.
Después de unas semanas,
finalmente nos podemos reunir
y compartir el duelo.

En la pequeña iglesia
un sacerdote orondo repite una liturgia
por todos ya casi olvidada.
Música de violín solo.

Más tarde, a pleno sol,
junto a una fuente circular, hoy inmóvil,
un pequeño rectángulo de mármol
sobre un césped perfecto,
unos apellidos conocidos y unas fechas.

Bajo un sol de castigo
suavizado por una leve brisa
y la sombra de unos magnolios,
la mañana se hace de nieve,
un saxo tenor, acompañado por el violín
y un altavoz de karaoke
interpreta su canción favorita
Yo soy aquel—,
tan distinta y a la vez tan igual.
Algunos, entre ellos su hijo —tu primo—,
no pueden evitar unos sollozos,
tú, oculto por la mascarilla
—esa puta FFP2 que te impide respirar—
lagrimeas. 
                 En ocasiones como esta
no es fácil controlarse.

La muerte une lo que la vida separa.

junio 20, 2020


sábado, junio 13, 2020

La mitad de luz


Una mitad de luz, otra de sombra (Octavio Paz)

No puedes continuar más tiempo así,
perdido, andando en círculos,
dando tumbos entre trabajos alquilados 
y sillones inquietos, en un perpetuo duermevela
que confunde imágenes, edenes y ventanas
hasta llegar a este laberinto de niebla y luz
que no cesa de repetirme
que todo lo que quisiera decir 
ya fue antes dicho.

También por ti discurre el sol,
pero hoy nada sientes, salvo este iluso
seguir aquí, deshecho,
leyendo páginas amarillentas,
espuma de olas que se hunde contigo,
estúpido símbolo de derrota.

Seguimos sin conocer las preguntas
que esta realidad justifica.
Sabemos aún, sin embargo,
de unos pocos vértigos; del temblor
frente a la eterna ceremonia
bajo estrellas artificiales;
de un implacable insomnio
que no nos atrevemos a aceptar
y una inclemencia
que esparce su alerta sobre el mundo.

En esta realidad calurosa de tarde post-covid
tu soledad reclama un manifiesto absurdo
mientras buscas en una sombra
su mitad de luz.


junio 13, 2020

domingo, junio 07, 2020

Todavía


Abres un libro de poemas
por una página cualquiera,
los signos se enredan en tu cerebro
con el poso turbio, los restos de hielo 
y alcohol de ese vaso de cristal tallado
que apuraste. Una página cualquiera,
frágil esbozo de olvidados sueños,
arañados versos escritos tantas y tantas veces
y, aun así, sorprendentemente nuevos.

Redescubrir que esas viejas palabras
aún personifican, en los contornos del otoño,
los fantasmas que siempre me acompañan,
recuerdos de agotadas pasiones,
escenas rotas, sin metáforas ni violines,
escenas que ya no existen, aunque
persistan en importunarnos,
puertos que difunden quimeras
sobre un futuro que se esfuma
disolviéndose en el fondo de un vaso
de cristal esculpido. 
                                Andar, una vez más,
sobre cáscaras de huevo.

Abres un libro de poemas
por una página cualquiera.

Resplandor, todavía, en las palabras.


junio 7, 2020

miércoles, junio 03, 2020

P.D.


Te recordaré siempre
vestida con aquel pantalón blanco
tan alto de cintura. Tu delgadez extrema,
tu inocente fragilidad en la barra de aquel bar
que tanto frecuentábamos, la copa ancha, y tú
—chin-chin y una exultante sonrisa—
bebiendo a pequeños sorbos
aquel cava barato. 

Más tarde —¿lo recuerdas?—
me confesaste que no te gustaban
ni el alcohol ni las burbujas.

No sé qué fue de aquellos pantalones
ni de aquellos lugares. Todos ellos
desaparecieron. Como nosotros.

Hablo del humo que fue brasa
y antes invierno,
hablo de secretos aprendidos
y más tarde olvidados.

Siempre supimos que no duraría.

Nadie nos llorará. Nadie sabe
de la ciega presencia de los muertos
que caminan sus últimos recodos
entre dilemas y esquelas sin nombre.

Recuerdo los dibujos de los pájaros en el aire,
recuerdo que rompí las cartas aromáticas
aunque sigan aquí, sin evasión posible,
sin tiempo ni edad que declarar.

No queda más recurso que olvidar el combate,
pero qué raro este viento tan conocido,
qué raro estar aquí. Estar aquí
recordando unos pantalones Chaplin,
tu cintura adolescente
y el color dorado y níveo
de aquel cava barato.

No es casualidad que con la lluvia
las ilusiones perdidas y aquellas cartas florezcan.

Historias de cualquiera en cualquier tiempo,
cartas sin destinatario conocido ni remite.

P.D. Si no me escribes no me importará.
  

mayo 31, 2020