sábado, febrero 24, 2007

Geometría sin orden

Era nuestro, pero al final
el tiempo hizo de su casa un poliedro
y ya nadie fue inocente tras el otoño.
Nunca sabré por qué
olvidamos el camino de vuelta,
ni por qué quisimos construir un muro
en cada esquina.
Tus ojeras sin respuestas y los horarios
-lentos como un paquebote abandonando tus retinas-
dialogaban con Marguerite y su amante
-en cada página un anhelo,
en cada deseo una noche-
en su laberinto de océanos y extraños.
Geometría sin orden tu casa ahora,
tristes pollos congelados las palabras;
las palabras que esperan en la noche
el asalto de las patrullas,
incluso cuando las muchachas sin nombre
juegan a naufragios en tu pantalla
y tú deseas ser diferente,
ser diferente sólo por un día.


febrero 23, 2007

martes, febrero 20, 2007

Febrero siempre

Febrero siempre.
Deslumbrados por ése
en el que tanto nos desconocemos.
Es la edad de lo anterior e ir despacio,
es mirar con tu nombre de contigo y nunca,
demencia apenas en este arte de callar.
Lo demás es sol, es lo demás abril,
la lividez de una muchacha onírica
que me visita a veces
en una Valencia imaginaria.
También
los astros que giran sobre los límites
de todo cuanto fui.
Debe ser que estamos en febrero,
en febrero siempre.


febrero 20, 2007

viernes, febrero 16, 2007

Foto de promoción

El por qué aquí ya no sirve.
No sirve la conciencia temporal,
ni las palabras expectantes que sueñan su nombre.
No hay esencia alguna en el recuerdo,
esa materia que a nadie escucha y a todos vale.
No trascenderá la propia historia
a los testigos inmóviles que nos acompañaron.
No hay enigmas, sólo transcurrir banal,
terco viaje entre fantasmas que no dicen nada.

Y es que somos tierra en silencio,
el indefenso tacto de la ropa gastada,
el rostro sepia —humilde y asustado— del colegial
en esa foto de promoción.
Absurdos más que imperfectos,
en esa forma deslumbrante en la que
parecemos ser otros.
Y en otra geometría un pecho dormido
quieto y lejano como un ave
en su pequeña casa de la muerte.


febrero 16, 2007

domingo, febrero 11, 2007

Mejor que la locura



Estoy en mi butaca lila,
apurando el fondo de una mañana de invierno;
en el desvarío que otorga algún sinsentido
a este cuerpo
creado para tantas otras cosas.
Voy a juntar cuatro o cinco palabras,
borrar escenas, hacerme en otros lugares.
Voy a celebrar mi otra verdad
como si hubiera otra.

Probablemente entre tú y yo el tiempo ya no gire,
lo sé por el olor enfermo, primario,
de las hojas caídas que nos invade; las hojas
caídas que alimentan a la tierra que las acoge.
Parecido a Dios y a la muerte.
Mejor que la locura.

Vamos de un puerto al silencio,
en mi butaca lila, donde queda la lluvia.
Vamos de la hoguera a las horas
ensanchando los pulmones de ganas quebradas.
Vamos y, sin embargo, escribimos sonidos
que no sabemos
por si por un casual un día nos quedamos.


febrero 10 y 11, 2007

domingo, febrero 04, 2007

Triste oficio



Tú buscas, como yo, una palabra, una oración
después, que redondee una faena
aunque la sepamos interminable.
Los dos nos disfrazamos de trabajo
cada mañana y tomamos el coche
o el autobús de las ocho menos diez, ausentes
como en una capilla de hospital.
Notarios venidos a menos, nos semejamos
a esa muerte de la que escribimos, entre ruinas
de un mundo extraño que desconocemos
pero del que estamos empeñados en dar fe.
Tú y yo condenados a nombrar, como
si en el papel pudiésemos retener el tiempo
o el oleaje de aquellas noches de verano.

febrero 4, 2007

sábado, febrero 03, 2007

Escribir da miedo

No eres sino la razón que escapa a través de un espejo,
esa tristeza que es anterior a la vida.
Nos hemos acostumbrado a tu confusión,
a la idea de la tempestad
atravesando el aire con la noche.
Me pregunto qué haría el paraíso si volvieras,
cuántos cuerpos extendidos acompañarían nuestra boga,
cuánto sacrificio, cuánta juventud anochecida
bajo el vuelo de las aves cubriría nuestra suerte.
Debería tratar de salvar el poema,
en vez de eso
formulo preguntas inútiles a las sombras,
al recuerdo de un combate y un fracaso.
Es cierto, escribir sigue dando miedo.


febrero 3, 2007