Quemas - Ede y Xoel López
Se decían
sin palabras,
porque las
palabras se comen todo,
porque nada
queda después de la piel
más que el
vacío de la huida.
Se decían tras la batalla, al
amanecer,
cuando se
hacía imposible refutar la costumbre,
cuando el día
a día parecía tan irreal
como ese
camino que transitaba
únicamente
cuesta abajo.
Atados como
sombras
a un discurrir
indiferente,
hubieran
querido decirse
otros
finales de verano
en otros pasados, en otras fronteras.
Debe de existir
un motivo
para este no
estar seguro de nada,
no sabiendo nunca
qué pasará
pero
intuyendo todo.
A solas, en
un mundo imaginario,
se decían todo
lo que fueron.
Y ardían. Tormenta,
sombra y frío,
sin palabras.
junio 27, 2023