martes, noviembre 24, 2009

Tratado de nocturnidades



Vuelvo aquí, presuntuoso, con las manos forzadas
y la garganta seca de comienzos culpables,
subjuntivo y ubicuo como la noche,
como quien nunca estuvo,
como si aún fuera posible desparramarnos,
nombrarte en una palabra imposible,
caminar todo el mapa del deseo
entre pergaminos y ambigüedades
apelando a un fracaso más.

Igual que se regresa cuando nada nos queda
vuelvo aquí, entre palabras y lunas,
traspapelado, susurrando
estos gestos grotescos y a destiempo,
sabiendo que nada quedará indemne
entre nosotros.

Subjuntivo y a destiempo vuelvo aquí.
He sobrevivido para volver.
Nuestro puede ser un nombre o una casa,
tal vez también lo sea
este dolor que inventariamos
entre dos silencios desconocidos.


noviembre 19, 2009