lunes, septiembre 30, 2019

Uno más


Confieso que una vez pensé, como todo el mundo,
que era posible viajar sin maletas,
que con una sonrisa podía evitar los viscosos valles
del vértigo y la desazón, sortear con una canción
los días de la lluvia helada y los andenes que me hablaban
de billetes hacia ninguna parte.

Desde esa otra profundidad donde todos los reflejos son uno,
uno más entre los demás, como todo el mundo, tomé
de un trago, irremediablemente,
toda la noche que podía contener un cuerpo,
sin poder dejar de lado el absurdo
de los pensamientos que me alejaban,
que me llevaban siempre de agujero
                                                                 en precipicio.

Como todo el mundo, quise ser uno más,
uno más, como otros, que deseaba
inmunizarse de todos los golpes
y repetir contigo frases sin interrogaciones.
Uno más, como todos, dando vueltas y vueltas
a los mismos lugares, quién sabe dónde,
rememorando tiempos de otras estrofas,
tiempos de una mirada incendiada
y un cuerpo y un latido acelerado
que devastaron todas mis creencias,

y Dios observando como uno más,
como todo el mundo.

julio 15, 2006 y 2019