miércoles, febrero 22, 2012

Mirando hacia atrás sin ira

.
Creí haberte visto
en la comedia divina de Dante
haciéndote pedazos haciéndonos sufrir,
haciéndote sufrir haciéndonos pedazos.

Por no verte así nunca más
mordería a caricias tus fantasmas
y sus abismos,
pero entonces soy tan pequeño,
pero entonces consigues hacerme tan pequeño.

Un momento de muerte
son muchos años,
y yo no sé dejar de ir cuando me llamas
y yo no sé dejar de huir cuando te veo.

Qué frío y qué áspero se vuelve nuestro abrigo
cuando la mente es una expectativa
de desahucio inminente,
y son tan difíciles las medidas preventivas
y es tan mágico el poder del terror.

Creí haberte visto,
sufrías haciendo sufrir

y no encuentro manera de evitarlo.


febrero 22, 2012

sábado, febrero 04, 2012

De meteorologías y ascensores


Saber únicamente de calles, poetas y ciudades,
morar entre incandescentes estatuas,
hablar del tiempo por venir, acaso
como una excusa de meteorología y ascensor,
regresar a las horas de un Cohen
a finales de su confeso diciembre,
aprender a tragar a pequeños sorbos
la inmundicia que insiste en conocernos;
sabernos de un día que no llegó,
de una casa de nadie y una boca inasible,
de la tesis de los tubos catódicos
y los ciegos guiando a los videntes.
Tareas absurdas,
excusas para seguir horadando el vacío
mientras despiertas y saludas
injustificadamente a la realidad,
al mudo resplandor
de la cara oculta de la pantalla
y al impulso de las sílabas huérfanas.


febrero 4, 2012