viernes, abril 15, 2016

De laberintos y nubes


Al pasar de los años,
aquello, que era todo,
es ahora una llama extinguida.
Mira cómo el sepia parece invierno
en una playa sin arena.
                                     Nosotros,
los de aquella tarde de Klimt,
ardíamos sin saber del dolor
de un futuro sin pájaros.

La historia es ahora
todo lo que recuerdo, 
los espectros de entonces, 
el nombre del enigma
más allá de esta música sin título,
la sensación fugitiva de amar sin pretextos
como un teatro lejano de nubes
explotando de savia.

Aprendo a ser sin ti, aunque me empeñe
en regresar a los parajes
en los que ser no era morir cada noche.

Quién me va a liberar
del olor de tu nombre,
del laberinto de nuestro pasado.




abril 16, 2016