lunes, mayo 24, 2010

Otra vida

.
Cuando vuelves la vista una ciudad se apaga.

Lo mismo que un puente eres tú en la noche,
un mundo doblado sobre sí mismo
con fábricas extrañas como trenes de fuego;
una alerta, un río que se aleja
y hemos visto con peces transparentes
y un silencio de pájaros.

Hay un cuarto vacío dentro de ese hombre,
igual que unos cristales atravesando el alba
en la que Kurt Kobain se despereza
narcotizado
entre tinglados y buques azules
y un desván a lo lejos.

Hay un cuarto vacío,
un lugar donde no ser engullido
por la lluvia ácida de los años,
un bosque en ruinas
que nos indica al fin quiénes no somos,
que nos enseña
la forma de morir en un verso hacia el cielo.

Cuando vuelves la vista una hoguera se enciende.


mayo 21, 2010