viernes, marzo 31, 2017

Último día de marzo


Tu última posibilidad
y algún verano olvidado en Valencia,
las manos menudas del jardinero
en la tierra hambrienta de semillas
y los puertos que vuelan de insomnio,
tus cabellos en la lluvia sedienta,
aquello que no somos en el espejo
de las sombras y los jugos dormidos,
las olvidadas calles de la edad mármol
con Michael Nyman repitiendo
y repitiendo la sinfonía concertante
y Mozart riendo con su tambor ancestral
que se muere al tocarte.

Toda la vida estuve acariciando
el triste argumento de no ser
más allá de las letras.
Sencillamente he desconocido
cada noche otra alternativa
y entre ruinas he amasado palabras
diciendo oscuridad.




Marzo 31, 2017

lunes, marzo 13, 2017

No estoy rindiéndome


No basta decir te quiero, tampoco
basta querer.

No me estoy rindiendo, es sólo
que el tiempo en algunas ocasiones
disfruta jugando malas pasadas
y un lugar en otro lugar
nos acerca como la música a la sombra.

Que ya no estemos cerca
en otra estancia cualquiera del silencio,
que después de haber perdido la tarde
no haya daño o nostalgia de otros días,
que estos minúsculos temblores de la noche
sean ceniza con nosotros.

Es por ti, ya lo sabes,
yo sigo intentándolo, fracaso tras renuncia,
cadencia con plumas de ángel roto
hasta que, de una vez, la vida solucione
estos rescoldos de prosa nublada.

Es cierto,
en esta forma absurda de aprender,
cuando las sombras vienen tan de lejos,
no basta querer ni decir te quiero.




marzo, 2017