miércoles, diciembre 16, 2015

Recapitulación



Regreso a verme en el escaparate.

Bajamos por la luz oblicua,
la tarde es un viejo que ya no entona
mentiras de otro tiempo,
cada árbol es un violín inmóvil
que nos ve disiparnos,
cada mujer es demasiado lejos.
Nada dice el día que no sea repetirse.

Hay quien tiene certezas, y así puede
saber de árboles como violines,
creer en la más pertinaz mentira,
en el significado más exacto.

Cada palabra requiere su hábitat,
su espacio entre silencios,
y aunque nunca supiéramos de ti,
de ti nos fuimos
y algo fuimos perdiendo.

Nada sabe decirnos la piel con sus leyendas.

Tampoco esta vez atraparemos a la sombra.



diciembre 13, 2015