miércoles, septiembre 28, 2005

Tú también me pides

Tú también me pides un
poema de amor.
Veinte años, mil desencuentros,
dos hipotecas y un poema de amor.
Cien palabras donde plasmar
nuestro tránsito itinerante,
nuestro abismo intangible,
tu poema de amor.

Pero cierro mis ojos y casi es cierto,
casi tus labios nuevos
brillan intactos.
Casi la espuma se eleva
y no ensucia la última palabra.
Y brilla el sol y crece la hierba
y no hay memoria. Tremenda libertad
de la inocencia. Entramado cruel
éste del conocimiento.

Ya ves, no sé escribir
tu poema de amor.
En otra ocasión intentaré
al menos escribir algunos versos
sobre aquel sueño intacto y virgen.
Será en otra ocasión,
ahora el amor se evade
y el perdón por estos años
es un mensaje a gritos archivado
en mi teléfono móvil.

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