miércoles, septiembre 28, 2005

Fe de muerte

Tú y yo nunca estuvimos aquí
trastocando a veces nuestro espacio,
gastando nuestras monedas
en imperturbables ruletas.

Tú y yo nunca giramos
nuestras manos en el aire
para dar cobijo a nada en absoluto;
nunca desordenamos sentidos ni estirpes,
ni hicimos cuentas de muebles,
alquileres y fiestas, porque
—eso dijimos— no había motivo.

Si entonces nunca ni estuvimos,
tú y yo, en el fondo de la nada,
recordando un tiempo futuro
que no alumbraremos.

No hay comentarios: