miércoles, septiembre 28, 2005

Luz del pasado

Amanece.

Y la luz es el nombre de tu paisaje,
como una certeza absoluta
que cubriera la niebla
en el centro de mi memoria.

No necesito nombrarte,
te encuentro en este espacio
equidistante
entre la palabra y la música
y eres agua dispersa,
filtro de otro mundo.

Tal vez sea abandono
finalmente
la materia que traza tu frontera.
Estrago de la gravedad en tu mineral
el inaccesible gesto
este intento vano de reconstruirme.

Incandescencia de textura indefinible
donde la luz se hizo memoria,
discernimiento anegado donde me precipito
inevitablemente.

Amanece,
y es inútil reprimir esta luminiscencia,
luz que nunca
y cuando sí:
pasado.

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