miércoles, septiembre 28, 2005

La boda

Recuerdo ahora y veo la imagen,
colgada en la pared,
de lo que fue antigua defensa,
paso fronterizo y hospital,
hoy convertido en restaurante.

Las montañas de fuego al fondo.
Doce personajes en blanco y negro
en un cuadro de Velázquez
—¿quién el pintor? —
El cordero oreándose, paréntesis
extraordinario de abundancia.

Él de uniforme sobre el caballo,
tu mirada adolescente —esa
extraña sensación de cercanía—
abierta al sueño nuevo.

Retrato de unas estelas
que se pierden
en la presencia del lugar.

Nadie que me hable de tu vida,
sólo tu incomprensible mirada
haciéndome un guiño
a través del tiempo.

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