Música chinesca. Epitafio
para chelo y bajo continuo
embrujando luces y pájaros.
A ras de noche
hay dudas que no necesitan
despejarse, conversaciones
sin comienzo, tierras que guardan
la niebla como amantes
celosos de sí mismos.
A ras de noche,
sin nadie que escuche. El silencio
pasa cuentas a bocajarro,
y no existe el idioma hostil
del grito cautivo, ni el crepitar
del otoño en su lenta despedida.
(En la noche embrujada,
Fripp y Gibson hablan al viento sordo.
Nadie en la penumbra añora esta sombra).
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