Ven,
hay una extinción
que no es la nuestra,
una extinción
donde los dos somos el poema
y el poema no es
la habitación del delirio,
ese lugar donde hace falta irse
para seguir aquí,
donde no hace falta destruir
para volver a lo cierto
—ese castillo donde nadie habita
y el negocio somos nosotros—.
Nosotros,
¿en qué muerte —dime—
moriremos nosotros?. Ven,
hay un idioma
en el que la palabra adiós
no existe.
agosto 18, 2006
viernes, agosto 18, 2006
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