viernes, julio 28, 2006

Cosas de la poesía

Lleno páginas —ojalá no fuera así—
de palabras que no son mías,
palabras como:
“el silencio acaricia raíces
en la fragilidad insólita del dolor”,

pero el dolor existe, el dolor —terco,
irremediable— subsiste, como los teatros
lo hacen con las obras, igual que las butacas
permanecen junto a las miradas atónitas
de sus transeúntes.
Me gustaría poder, pero no sé,
quiero decir, querría poder describir
cuando aún éramos, o, mejor dicho,
cuando no sabíamos, cuando ni siquiera
intuíamos de qué iba esto.
Cómo son las cosas, cómo son
estas estúpidas cosas de la poesía.


julio 28, 2006

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