Alone
– Claudio Constantini
Sabes que
no soy mucho de whiskey,
pero hoy,
después del Godello con la comida
y el
posterior chupito de orujo,
ya en
casa,
con el
calor ocioso de las cuatro de la tarde
de este
uno de septiembre en Valencia,
me vino tu recuerdo.
Puse
mucho hielo en la copa
para hacerlo
más suave
(ya sé
que así, a ti no te gustaba).
En
ocasiones apostamos la vida
a un
número equivocado,
en
ocasiones
una copa
es una sucesión interminable
de caminos
hacia ningún lugar.
Tan sólo un sorbo
y los pájaros
ausentes de la despedida,
la
desolación de tus bares mañaneros,
la
malograda mano de una temprana muerte.
Ni tú ni
yo —ninguno de nosotros—
estamos
dentro de este poema,
aunque tú
perdieras tu futuro
y yo me
encuentre ahora recordando el pasado,
tu
fotografía en el sofá de mi casa
pretendiendo
derrotar a la muerte,
tus ojos
azules retando a la cámara,
tu
ausencia hoy.
Tantos
años atrás
y te
llevo aquí todavía,
dando
vueltas en el tintineo
de una
copa solitaria y culpable
en la
nieve de esta tarde calurosa
de
nuestra Valencia,
con tu
fotografía en mi retina,
como si
todo pudiésemos salvarlo
con un trago de whiskey.
septiembre 1, 2024
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