A Voro, por si, después de esto,
sí hubiera algo.
sí hubiera algo.
Tal vez no digas nunca
una sola palabra nueva, nada
que no acabe al pronunciarse
o al ser escrito.
Somos
lo que una vez tuvimos;
lo que una vez tomamos
cubiertos de invierno
sobre los alrededores de ti,
interminable mar;
la infinita hambruna del pasado,
ni tan irrepetible ni tan vacío.
Has debido florecer en la espuma
donde los pájaros y los caballos,
donde las delirantes frondas duermen.
(Cómo quisiera tenerte aquí
y abrazarte).
En una mágica casualidad
un cuerpo, un destino, un grito,
todo se hace haciéndose,
y tú con esta vida tres minutos
y yo no debería.
No tengas prisa, espérame,
haz de ése, tu no miedo, bandera,
que yo iré a buscarte
lo que una vez tomamos
cubiertos de invierno
sobre los alrededores de ti,
interminable mar;
la infinita hambruna del pasado,
ni tan irrepetible ni tan vacío.
Has debido florecer en la espuma
donde los pájaros y los caballos,
donde las delirantes frondas duermen.
(Cómo quisiera tenerte aquí
y abrazarte).
En una mágica casualidad
un cuerpo, un destino, un grito,
todo se hace haciéndose,
y tú con esta vida tres minutos
y yo no debería.
No tengas prisa, espérame,
haz de ése, tu no miedo, bandera,
que yo iré a buscarte
vuelto hacia el mañana,
negando el silencio de los domingos,
hundiendo los recuerdos
de los que estamos hechos
noche tras noche
aunque el día no llegue.
febrero 23, 2008
negando el silencio de los domingos,
hundiendo los recuerdos
de los que estamos hechos
noche tras noche
aunque el día no llegue.
febrero 23, 2008
1 comentario:
No debería de tener prisa... debería de esperarte; aunque solo sea para ver como florecen tus versos. Tus maravillosos versos.
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