sábado, octubre 07, 2006

Sueños no dormidos

Te busco
–demolición de agua, danza de moradas al viento–.
Fue certeza la piel y el mar midiéndote
como la noche piloto de duendes, vagando dragones.
Gaviotas del reposo en las cimas,
te busco.

He de hallarte.
De los sortilegios escalo barandas,
días como señal he dejado, señuelos en las redes.
¿Serías posible tú –luz nival orbitando mi noche–,
serían posibles los bosques agitando nubes sin ti?
He de hallarte.

Te hallaré.
Habrá barcos con altas banderas como perfume de otoño,
estallarán las olas tras nuestros pasos, sueños no dormidos.
Porque nadie –tú menos que nadie–
se atrevió a decir que ese fruto germinó de las lágrimas
de una mujer enamorada,
te hallaré.

octubre 7, 2006

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