sábado, septiembre 28, 2024

Dona nobis pacem

 

28 de septiembre de 2024, 13 horas, junto al Jardín de Ayora

Dona nobis pacem 2 (The Leftovers) – Max Richter, Mari Samuelsen

En la acera junto a un semáforo.
Postrada. Descalza.
El rostro casi junto al suelo.
Las manos sobre la cabeza.
 
El lloro es el grito de un arrecife.
 
Los que por allí están
miran y miran.
Algunos pasan de largo,
otros nos detenemos
sin saber muy bien qué hacer.
 
Quince años.
Un padre que ya hace mucho
abandonó su casa.
Una madre que nunca está.
 
Cicatrices.
Autolesiones en todo su cuerpo
desde los once
(ese dolor es preferible).
 
Quince años y un neumotórax
que hace poco casi le arrancó la vida.
 
Ansiedad. Servicios Sociales.
Psiquiatras. Benzodiacepinas.
Un sistema que designa corrupto.
 
Por encima del pequeño short
desabrochado
y las bragas
un cuchillo asoma.
 
Tu esposa habla y habla con ella
hasta que al fin logra tranquilizarla.
 
Tiene entradas VIP
para un concierto esta tarde
de su cantante favorito.
Si va, de cuatro a cinco
podrá fotografiarse con él.
 
Su novio, Álex (diecinueve,
huérfano, adoptado y abandonado),
acaba de perder su curro
y culpa al padre de ella.
Por teléfono se han amenazado de muerte.
 
Tú le pides a Álex que recapacite,
que no arruine su vida
que no traslade su desespero a una navaja.
 
Él enciende un canuto,
ella se lo reprocha
pero se acerca y lo comparten.
 
Esta tarde hay un concierto.
Tienen dos entradas.
 
Una vez más
te dices
que no tienes ni idea de qué va esto,
que tus problemas son gilipolleces.
Una vez más

te sientes una mierda.


septiembre 28, 2024


jueves, septiembre 19, 2024

Mariko (Shogun)

                        Melissa – Greg Allman (with Jackson Browne)


El otoño comenzará pronto

—lluvia sobre las hojas—,

pero aún estamos a tiempo, Mariko,

de regresar a casa.

 

Todo este sin sentido

sin saber por qué motivo luchamos.

 

Muramos juntos esta noche,

las flores lo son porque marchitan;

seamos olvido,

palabras sobre un mar de invierno,

la desolación de un solo de guitarra

en un blues lento.

 

En el patio la luz se desvanece 

sobre tu rostro,

y yo me alejo en una barca

a golpes de timón,

el sueño de un sueño

en un poema de muerte.

 

Vayámonos de este lugar, Mariko,

acabemos ese poema tuyo

de otoños y árboles derrotados, 

construyamos historias

que no van a ninguna parte.

 

Partamos de una vez, Mariko,

escapemos de tu destino,

venzamos a esa muerte

que tanto ansías.

 

septiembre 19, 2024

 

 


domingo, septiembre 01, 2024

Un whiskey a la salud de Fernando

 

Alone – Claudio Constantini 

Sabes que no soy mucho de whiskey,

pero hoy, después del Godello con la comida

y el posterior chupito de orujo,

ya en casa,

con el calor ocioso de las cuatro de la tarde

de este uno de septiembre en Valencia,

me acordé de ti.

 

Puse mucho hielo en la copa

para hacerlo más suave

(ya sé que así, a ti no te gustaba).

 

En ocasiones apostamos la vida

a un número equivocado,

en ocasiones

una copa es una sucesión interminable

de caminos hacia ningún lugar.

 

Tan sólo un sorbo

y los pájaros ausentes de la despedida,

la desolación de tus bares mañaneros,

la malograda mano de una temprana muerte.

 

Ni tú ni yo —ninguno de nosotros—

estamos dentro de este poema,

aunque tú perdieras tu futuro

y yo me encuentre ahora recordando el pasado,

tu fotografía en el sofá de mi casa

pretendiendo derrotar a la muerte,

tus ojos azules retando a la cámara,

tu ausencia hoy.

 

Tantos años atrás

y te llevo aquí todavía,

dando vueltas en el tintineo

de una copa solitaria y culpable

en la nieve de esta tarde calurosa

de nuestra Valencia,

con tu fotografía en mi retina,

como si todo pudiésemos salvarlo

con un trago de whiskey.

 

 septiembre 1, 2024