Y vamos en desbandada, sin rumbo,preguntando en idiomas imposibles.Sin casa y sin luz, vivimos de prestado,
esclavos de un tiempo a espaldas del cielo (E.S.)
Este será el
año más largo de nuestras vidas:
este año
tendrá trece meses,
trece, como
invitados en la última cena,
pretérito presagio
de un deceso.
Qué vertical
el año, qué largas las auroras,
qué inmenso
el manto que cubre el silencio:
gente
ardiendo en cavernas,
muriendo en
vacíos horizontales
entre
palabras, aplausos, noticias
de zozobras
y besos omitidos
bajo un grandioso
y recobrado ozono
en el reino
del frío, en la noche que no cesa.
Pérdida y, más
tarde, más y más pérdida:
hacia qué
lutos de tierra impasible
nos convoca
este año,
hacia qué
lienzo enmudecido,
negación,
pudridero, ignorancia última,
como si
nunca luz, nunca lujuria.
Trece, oscuridad,
frío, pozo abierto en el pecho,
pérdida en
cada esquina,
dos-cero-dos-cero,
un año discorde,
Gaia alzándose frente al opresor,
el año más
largo de nuestras vidas.
La sombra no
siempre acaba en primavera.
noviembre 17, 2020
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