viernes, enero 31, 2020

Puertas cerradas


Todas las puertas abiertas hablan de ti.

La de la pequeña galería
—donde la caja de arena—, sin embargo,
permanece casi siempre cerrada ahora.

Desapareció el cojín de la cocina
y los suelos de mármol
echan de menos pelusas y huellas.

Es silencio ahora cada mañana
y cada noche al acostarme.

Y ya no te nombro
y ya no me haces caso
(¿cómo podrías?).

Y no estás, y estás, y no estás.

Me pregunto ahora si tanto enfado
por tu incontinencia tuvo sentido,
si no fui demasiado intransigente,
si no debiera haberte acariciado
un poco más, rascar tus partes duras
(tu maltrecha columna, tu cabeza)
y una vez más, una última vez,
emocionarme con tu ronroneo.

Voy a cerrar todas las puertas

porque estás, porque no estás, porque estás.



enero 30, 2020

No hay comentarios: