domingo, julio 03, 2011

Teoría inexacta (epílogo)

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Todos nosotros quisimos un rastro
de cometas, algo que recordar
cuando llegase el duro invierno.
Tal vez tan sólo pretendíamos un abrigo
con el que cobijarnos de las horas
mientras el lobo merodeaba nuestro hogar
y la lámpara nos mostraba el límite
de nuestra demolición más absurda.

A golpe de sílabas y misterios
fuimos pasado y prodigio intentando
conquistar un poso de eternidad.

Aquello era la huida de nadie,
la huella que antes fue parte del bosque
como lo son el silencio o la nieve.

Luego el cansancio y la lluvia que sigue,
alguien que tratará de recordar
las razones para seguir sintiendo
lo que sabemos ya perdido,
restos de una sed que no cree en nada.

Por eso aquí no hablamos de tu ausencia,
por eso venimos de la inacción
y llegamos al tedio de este fingimiento.

Detrás de todos nosotros hay una ciudad
................................................ en ruinas,
una pared levantada palabra a palabra
donde se hace difícil seguir imaginando
la luna sobre la plata del río
o a dos desconocidos que se besan.

Todos nosotros quisimos un rastro.

Si nunca fue posible la victoria,
..................................... triunfantes
caminaremos hacia la derrota.

julio 3, 2011

2 comentarios:

Luna dijo...

Enrique, de vez en cuando visito este rincòn, y siempre, siempre, me motiva regresar. Un abrazo, Luna.-

enrique sanmol dijo...

Muchas gracias, Luna, por seguir estando por aquí, como casi siempre.

Un cordial saludo.