A veces también en la poesía
quisiéramos tener tan sólo un suelo,
un suelo como página donde dejar la nieve
y el estiércol de aquél
quien hoy muere o recuerda
o teje aquella sangre para nadie.
Se diría que el mar continúa en nosotros
como siempre. Y es por alguien, te dices,
y es por ello que sigues por aquí.
Y si, a pesar de todo, sin decir nada ya,
nos asomamos al hombre caído,
a todo aquello que quiso decir
con su silencio, o a golpes componemos
la criatura de un trazo más,
la inmensa criatura de una palabra
humillada, desdentada, nacida
y muerta, qué importa para quién o dónde
si eso nunca estará en la poesía.
enero 30, 2010
sábado, enero 30, 2010
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2 comentarios:
La poesìa, la palabra, son vehìculos que nos ayudan a transitar el camino, nunca son el camino mismo.
Como siempre Enrique, llegar a este sitio es disfrutar y reflexionar, un abrazo, Luna.-
Así es, Luna, en la poesía hay cosas que nunca podremos hallar.
Como siempre, agradecido por la visita a este remoto rincón del ciberespacio. Un cordial saludo.
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