Caes y caes y estás cayendo.
Sobre las antenas
y las despintadas azoteas,
ahora caes.
Más abajo
cristales y farolas y nosotros
teorizando acerca del dolor,
escudriñando el horizonte
nuevamente.
Desvalidos frente a tus límites
nada podemos hacer
más que observarte, atónitos,
mientras tú, torrentera,
caes y caes y sigues cayendo
arrastrándonos, hojarasca,
hacia la noche.
noviembre 5, 2007
lunes, noviembre 05, 2007
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6 comentarios:
Preciosas imágenes Enrique. Te había leído en pura, pero me he regodeado también en tu espacio, en tu casa.
Además, deja un sabor (el poema) de actualidad amarga, de la conciencia de saber hacia dónde vamos y no poder parar esta inercia inexorable.
Un aplauso melancólico
Muchas gracias por la visita y ese aplauso, enfero. Aquí tienes tu casa.
Un cordial saludo.
Hola Enrique!he decidido visitar tu blog despues de descubrirte por el mio, me encanta como escribes y dios... el del 4 de octubre...no sabes lo cerca q estoy de ti en eso... no hac mucho he pasado por ahi y has sabido reflejar muy bien lo ke se siente...
Un saludo!
Hola Nottinghamera... me alegro que hayas decidido visitar este rincón. Lamento que hayas pasado por eso tan joven. Mi padre ya era muy mayor, aunque uno nunca se hace a la idea de perderlos por muy mayores que sean...
Un abrazo y que disfrutes el fin de semana.
Hola, Enrique. Te he leído en Ultra, y aquí estoy. Me gustó mucho lo que he leído de ti, pero no haré comentarios hasta conocer un poco más tu mundo.
Un cordial saludo desde la Argentina.
Gracias por la visita y la opinión, Gerardo. Si publicas algo por el ultra spero que me digas con que nombre lo haces.
Un cordial saludo.
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