Aceptar el momento tal y como nos viene, aunque el cielo se desplome en
nosotros. Aceptar sin saber muy bien qué podrá suceder. No decirlo más ya, aunque no seamos capaces de olvidarlo, como si tuviéramos una llave para abrir o cerrar el pensamiento. Hemos huido de esa última foto, —el instante congelado que nunca sabrá representarnos—, también
de las mentiras que nos atan como
palabras últimas, como
la única vida que conoces, pensando,
hablando de algo que no existe: un
fantasma, un espectro que
nos ronda, que no conoce del
ahora, que no acepta seguir. En
lo más sucio de las luces de neón la
miseria echa a volar. Siéntate
y observa cómo los espectros devoran
el presente. De
pronto estás convencido de que apenas entendiste nada. Y
bien, aunque quisieras desmentirlo, ahora
es tiempo de esto —cuesta mucho aceptar la vida afianzada fuera del antes y el
después—. Todo aquí se rompe bajo nuestros
pasos, todo lo encontrado se pierde, todo desaparece, no entiendes el mundo, sientes el
peso. Todo sucede adentro.
Sabes (o eso creo) que te leo desde siempre. Aunque nunca comento. Quizás este poema me pide empezar a hacerlo.
siéntate y observa cómo los espectros devoran el presente.
Siempre nos dicen que no existe otra cosa que no sea el presente, el aquí y el ahora. El pasado no está, el futuro no existe. Elevarse a un estado superior de consciencia del instante.
Transformar la experiencia en sabiduría.
La realidad siempre es más compleja. E infinitamente más complicada. Porque estamos hechos de historias, porque poco o nada somos sin nuestra memoria.
—cuesta mucho aceptar la vida afianzada fuera del antes y el después—.
La realidad siempre es más compleja.
De pronto estás convencido de que apenas entendiste nada.
La realidad siempre tiene esa fascinante capacidad de hacer que cualquier cimiento se tambalee.
Todo aquí se rompe bajo nuestros pasos, todo lo encontrado se pierde, todo desaparece, no entiendes el mundo, sientes el peso.
Y dudas, y te pierdes en la dicotomía. Y te sientas bloqueado en la bifurcación a esperar una señal que nunca llegará ... either I'm keeping on or Leaving you a message that I'm gone ...
Pues no, no era consciente de que seguías (¿perdiendo el tiempo?) por aquí, pero me alegro que así sea. Como podrás comprobar, este lugar es casi como un desierto, por eso me ha sorprendido ver tu comentario. De hecho, un poco más y se me pasa.
Este es un poema oscuro (como tantos por estos lares...), sobre la tiranía del pasado (como espectros que nos rondan) y las exigencias de un futuro del que poco o nada sabemos pero que también nos coarta, también de lo que cuesta desembarazarse de esos condicionantes y lograr vivir el presente. Por tu comentario veo que lo captaste muy bien, haciéndolo tuyo.
2 comentarios:
Sabes (o eso creo) que te leo desde siempre. Aunque nunca comento. Quizás este poema me pide empezar a hacerlo.
siéntate y observa cómo los espectros
devoran el presente.
Siempre nos dicen que no existe otra cosa que no sea el presente, el aquí y el ahora. El pasado no está, el futuro no existe. Elevarse a un estado superior de consciencia del instante.
Transformar la experiencia en sabiduría.
La realidad siempre es más compleja. E infinitamente más complicada. Porque estamos hechos de historias, porque poco o nada somos sin nuestra memoria.
—cuesta mucho aceptar la vida
afianzada fuera del antes y el después—.
La realidad siempre es más compleja.
De pronto estás convencido
de que apenas entendiste nada.
La realidad siempre tiene esa fascinante capacidad de hacer que cualquier cimiento se tambalee.
Todo aquí se rompe bajo nuestros pasos,
todo lo encontrado se pierde,
todo desaparece,
no entiendes el mundo, sientes el peso.
Y dudas, y te pierdes en la dicotomía. Y te sientas bloqueado en la bifurcación a esperar una señal que nunca llegará ... either I'm keeping on or Leaving you a message that I'm gone ...
Un fuerte abrazo.
¡Hola!
Pues no, no era consciente de que seguías (¿perdiendo el tiempo?) por aquí, pero me alegro que así sea. Como podrás comprobar, este lugar es casi como un desierto, por eso me ha sorprendido ver tu comentario. De hecho, un poco más y se me pasa.
Este es un poema oscuro (como tantos por estos lares...), sobre la tiranía del pasado (como espectros que nos rondan) y las exigencias de un futuro del que poco o nada sabemos pero que también nos coarta, también de lo que cuesta desembarazarse de esos condicionantes y lograr vivir el presente. Por tu comentario veo que lo captaste muy bien, haciéndolo tuyo.
¡Otro fuerte abrazo para ti!
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