End
Over End - American Aquarium
Una despedida sin lágrimas,
sin miradas perdidas o gestos
recelosos.
Ésa era nuestra manera civilizada
de representar el adiós.
Anochecía y tocaba regresar a casa.
Minuto a minuto la noche
iba ganando la batalla a una
oscuridad
que ahora parecía más intensa.
La vida, en ocasiones, no nos da
para más,
y una habitación vacía —pensabas—
podría ser un buen lugar
para reencontrar lo perdido.
Recuerdo la tarde, la breve
conversación,
nuestros cuerpos tendidos
entre cristales y desechos,
nosotros —gatos asustados
ocultándose bajo un automóvil—
y la luz huyendo a perpetuidad.
Recuerdo la sequedad de los ojos,
las profundas cuchilladas sin
sangre,
la memoria a la que, a pesar nuestro,
habría que poner un nombre,
el mar herido por la luna.
Aquel final,
sin lágrimas, civilizado,
el lugar donde esto comenzó,
para nunca reencontrar lo perdido,
para nunca más una nueva despedida.
junio 10, 2022
sin miradas perdidas o gestos recelosos.
Ésa era nuestra manera civilizada
de representar el adiós.
Anochecía y tocaba regresar a casa.
Minuto a minuto la noche
iba ganando la batalla a una oscuridad
que ahora parecía más intensa.
La vida, en ocasiones, no nos da para más,
y una habitación vacía —pensabas—
podría ser un buen lugar
para reencontrar lo perdido.
Recuerdo la tarde, la breve conversación,
nuestros cuerpos tendidos
entre cristales y desechos,
nosotros —gatos asustados
Recuerdo la sequedad de los ojos,
las profundas cuchilladas sin sangre,
la memoria a la que, a pesar nuestro,
habría que poner un nombre,
el mar herido por la luna.
Aquel final,
sin lágrimas, civilizado,
el lugar donde esto comenzó,
para nunca reencontrar lo perdido,
para nunca más una nueva despedida.
junio 10, 2022
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