Goodnight California - Kathleen Edwards
Decir cualquier cosa, dejar
que la noche persista en nosotros
y nos parezca hermoso estar aquí,
en esta esquina de cualquier bar
en la penumbra,
retrasando un adiós.
O no decir nada, no pretender nada,
simplemente estar, ser.
Decir cualquier cosa, en ocasiones,
es un grito de certeza,
un intento vano de reafirmarnos,
de constatar que estuvimos
aunque sepamos que nada perdura.
No buscar estrellas en un ritual
de ciénagas y pasiones perdidas,
de ciénagas y pasiones perdidas,
perder el tiempo, si acaso,
izando una bandera blanca
mientras la noche viaja adentro de
la música.
Extraño estar aquí, estar aquí y
escuchar
cuatro acordes tan sólo, una y otra
vez,
cuatro acordes en una esquina
de un bar cualquiera, extraviados,
cuando todo parecía tan fácil.
Quisiera cerrar la noche y
guardarla en un arca,
decir alguna cosa, cualquier cosa,
mientras nos alejamos,
poliedro infinito,
poliedro infinito,
como si con el tiempo,
ese instante, aquel vals,
ese instante, aquel vals,
pudiesen regresar.
Abril 26,
2020
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