domingo, noviembre 17, 2024

El otro lado de la oscuridad

Saman – Ólafur Arnalds 

Es lunes,
Los rostros a mi alrededor
—sus tonalidades—,
lo dicen.
 
Recuerdo bien el calendario,
su transcurrir,
el modo en que los días nos olvidan,
tus ojos siempre lejos.
 
Alguien trata de explicar
los verbos presentes en el dilema
de continuar o desaparecer.
 
Saberlo no es consuelo.
 
Apartados de las grandes preguntas,
en la calle de los sueños truncados
el reloj gira y gira.
 
Lunes
—cualquiera de sus tonalidades—,
rostros extraños, dilemas y verbos.
 
Alguien, desde el otro lado de la oscuridad,
nos pide que atravesemos la calle.
 

 

noviembre 18, 2024


sábado, noviembre 02, 2024

Así será siempre

 

End Of The World – Searows 

Una vez más me pedirás perdón.
Yo apartaré la mirada,
me quedaré callado.
 
Tan repetida es ya la escena
que nos negaremos a interpretarla.
 
Me refiero a las palabras que dijimos,
que pronunciamos hasta la extenuación;
me refiero también a la intemperie
de los que observan navíos partiendo.
 
Después es siempre antes,
y así son las cosas:
el tiempo transcurre
y así será siempre.
 
Una vez más
lo que nos une es un sumidero,
la multitud de caminos no tomados.
 
Es triste acomodarse a vivir así,
en el reino de los sordomudos.
 
Me pregunto
qué podríamos haber dicho,
me pregunto
qué podrá hacerse
con las palabras no dichas.
 

noviembre 2, 2024


sábado, octubre 12, 2024

Balada de la gran nada

 

Ballad Of The Big Nothing – Elliott Smith, versión de Julien Baker
(Puedes hacer lo que quieras, cuando quieras). 

Afuera el viento arrastra la hojarasca.


Nada parece poder detener
a ese batallón solitario de despojos
en su ritual de muerte.
 
Y tú puedes seguir un día más,
continuar aquí, si así lo deseas.
 
Hay tantas cosas que podrías hacer:
podrías escribir, por ejemplo,
unas palabras a tu dios lejano,
encender la ventana con luciérnagas,
o entonar aquellas viejas canciones
que se ocultan en los pentagramas
y en las fotografías más antiguas.
 
Podrías hacer cualquier cosa que quisieras.
 
Mucho antes, otros vivieron aquí,
miles de cuerpos que ahora son ceniza
y que, aun así, sientes cercanos;
 
sobre todo ahora, cuando, casi ebrio,
el pozo parece querer abrirse
y el sonido de aquellas épocas
es un perro sereno y fiel
que te observa con ojos infinitos,
 
y sientes cómo la gran nada
te atraviesa sin piedad.
 

 octubre 12, 2024


domingo, octubre 06, 2024

Otoñal

 

Gesange, Op. 7 No. 5. Die Trauernde – J. Brahms, Juliane Base 

Ya es otoño.
 
Surcan el aire sonidos de atascos,
gentío y cláxones.
 
La antorcha se atenúa,
los pájaros emprenden su vuelo migratorio
y regresan las buenas intenciones.
 
También regresa el tedio,
la sucesión de jornadas sin luz,
los días monocromos, la rutina.
 
Desde el otro lado del mundo
oigo voces que parecen renegar
del comienzo del calor.
 
Allí arranca ahora la primavera
y un autor, seguramente, querrá
explorar dolores más insondables.
 
Aquí, en este comienzo de estación,
los árboles inician su decadencia
amarilla y roja,
regalan su desnudo al viento.
 
Se diría que de tanto cambiar
todo parece haberse ido.
 
Ya es otoño,

y tú regresas, una vez más, lejos de ti
y de los días cálidos,
a la contemplación.
 
Te preguntas qué nos traerá
este aire tembloroso.
 
Te dices que precisas olvidar.
 
Te repites que no quieres volver
a los muelles donde tantos partieron
dejándonos aquí, abandonados,
 
esperando la llegada del frío.
 

octubre 5, 2024


martes, octubre 01, 2024

Polvo

 

Fyrsta (Living Room Songs) – Ólafur Arnalds 

Suspendido en el aire
desciende y asciende lentamente
iluminado por los rayos del sol.

Tal vez termine su peregrinaje
al caer sobre la mesa,
o sobre el metal negro
del equipo de música.
 
Bajo la ventana
una pareja pasea por la calle.
Casi puedes oír su conversación.
Casi puedes palpar sus sonrisas.
 
Quisieras estar con ellos.
Ser ellos.
Pero, recluido en tu refugio,
observas cómo unas motas de polvo
son derrotadas por la gravedad.
 
Estás en otro mundo.
 
Escribes
desde la tranquilidad de una habitación
que un arquitecto diseñó
y unos diligentes obreros construyeron,
un espacio que hiciste tuyo
con unos pocos enseres.
 
Escribes
lejos de otros mundos,
del horror de esas bombas 
que convierten en polvo y escombros
cientos de edificios,

y miles de vidas.
 

octubre 1, 2024


sábado, septiembre 28, 2024

Dona nobis pacem

 

28 de septiembre de 2024, 13 horas, junto al Jardín de Ayora

Dona nobis pacem 2 (The Leftovers) – Max Richter, Mari Samuelsen

En la acera junto a un semáforo.
Postrada. Descalza.
El rostro casi junto al suelo.
Las manos sobre la cabeza.
 
El lloro es el grito de un arrecife.
 
Los que por allí están
miran y miran.
Algunos pasan de largo,
otros nos detenemos
sin saber muy bien qué hacer.
 
Quince años.
Un padre que ya hace mucho
abandonó su casa.
Una madre que nunca está.
 
Cicatrices.
Autolesiones en todo su cuerpo
desde los once
(ese dolor es preferible).
 
Quince años y un neumotórax
que hace poco casi le arrancó la vida.
 
Ansiedad. Servicios Sociales.
Psiquiatras. Benzodiacepinas.
Un sistema que designa corrupto.
 
Por encima del pequeño short
desabrochado
y las bragas
un cuchillo asoma.
 
Tu esposa habla y habla con ella
hasta que al fin logra tranquilizarla.
 
Tiene entradas VIP
para un concierto esta tarde
de su cantante favorito.
Si va, de cuatro a cinco
podrá fotografiarse con él.
 
Su novio, Álex (diecinueve,
huérfano, adoptado y abandonado),
acaba de perder su curro
y culpa al padre de ella.
Por teléfono se han amenazado de muerte.
 
Tú le pides a Álex que recapacite,
que no arruine su vida
que no traslade su desespero a una navaja.
 
Él enciende un canuto,
ella se lo reprocha
pero se acerca y lo comparten.
 
Esta tarde hay un concierto.
Tienen dos entradas.
 
Una vez más
te dices
que no tienes ni idea de qué va esto,
que tus problemas son gilipolleces.
Una vez más

te sientes una mierda.


septiembre 28, 2024


jueves, septiembre 19, 2024

Mariko (Shogun)

                        Melissa – Greg Allman (with Jackson Browne)


El otoño comenzará pronto

—lluvia sobre las hojas—,

pero aún estamos a tiempo, Mariko,

de regresar a casa.

 

Todo este sin sentido

sin saber por qué motivo luchamos.

 

Muramos juntos esta noche,

las flores lo son porque marchitan;

seamos olvido,

palabras sobre un mar de invierno,

la desolación de un solo de guitarra

en un blues lento.

 

En el patio la luz se desvanece 

sobre tu rostro,

y yo me alejo en una barca

a golpes de timón,

el sueño de un sueño

en un poema de muerte.

 

Vayámonos de este lugar, Mariko,

acabemos ese poema tuyo

de otoños y árboles derrotados, 

construyamos historias

que no van a ninguna parte.

 

Partamos de una vez, Mariko,

escapemos de tu destino,

venzamos a esa muerte

que tanto ansías.

 

septiembre 19, 2024